Aprovecha la experiencia del onsen público, especialmente al atardecer, ya que ofrece vistas impresionantes y una atmósfera tranquila tras un día de exploración.

Maravillosa atención personalizada durante nuestra estancia.

Pasé una noche en el hotel Arimoto y fue una experiencia increíble. La habitación japonesa fue amplia y elegante, con onsen privado que fue perfecto para relajarse. La cena y el desayuno estuvieron súper elaborados, cada plato una delicia. ¡Repetiría sin dudarlo!

La cena de degustación inolvidable

La atención del personal fue excepcional, siempre dispuestos a ayudar. La cena kaiseki fue un festín de sabores, cada plato una obra de arte. Además, el onsen al atardecer fue un momento mágico que recordaremos siempre.

Sin embargo, el acceso al hotel podría ser complicado para algunos, ya que hay varias escaleras. A veces, el horario de la cena se siente un poco temprano, lo que puede ser incómodo para algunos viajeros.

La habitación era una maravilla, con vistas impresionantes y un ambiente acogedor. Disfrutamos de un onsen al aire libre y un baño público que fueron perfectos para relajarnos después de visitar la isla. La única pega fue que el desayuno no estaba incluido, pero eso no arruinó la experiencia. 🏯

Esto me ha dejado con la boca abierta

La experiencia fue inolvidable. La habitación japonesa con onsen privado nos ofreció la oportunidad de relajarnos en un entorno tranquilo y elegante. Las cenas y desayunos kaiseki fueron auténticas delicias, presentadas de manera exquisita. Además, la ubicación cercana al famoso torii hace que cada paseo sea mágico.

La experiencia fue increíble, especialmente el onsen al aire libre. Nos relajamos mientras los niños jugaban. La cena fue un festín de sabores, y tener yukatas para todos nos hizo sentir parte de la cultura. estuvimos con nuestra nieta, que se divirtió mucho.

Mi mujer dice que sería genial tener acceso más fácil al hotel para familias con niños pequeños.

La habitación japonesa fue simplemente espectacular, amplia y elegante. Tenía un onsen privado que fue perfecto para relajarme después de un día de exploración. La vista al mar era increíble. La decoración tradicional y el futón fueron una experiencia única, el personal se aseguró de que todo estuviera en su lugar. Aunque la cena fue un poco decepcionante, la habitación en sí hizo que la estancia valiera la pena.

Una experiencia mágica en la isla

Maravillosa estancia con una atención excepcional. La habitación, con elegantes detalles japoneses, ofrecía un espacio amplio y una vista impresionante de las montañas. Disfruté de la cena de 9 platos, ¡una delicia culinaria! No te pierdas el onsen al atardecer, ¡increíble!

Nos recibieron con un mini-bus que nos llevó del muelle al hotel. La vista al mar desde la habitación era espectacular. La cena fue abundante y la presentación de los platos mostró una calidad destacada. Todo fue auténtico. Me encantó el onsen, ideal para relajarme después de un día explorando. No soy de muchos lujos, pero esta experiencia mereció la pena.

Llegar al hotel fue complicado, todo eran escaleras. Algunos espacios estaban lejos del ferry.

una experiencia maravillosa pero con detalles que mejorar

La atención del personal fue excepcional, siempre dispuestos a ayudar y hacer nuestra estancia más cómoda. Disfrutamos de la cena kaiseki, cada plato era un deleite presentado con gran elegancia. La experiencia de poder usar yukatas durante la estancia fue encantadora, añadiendo un toque especial a nuestra visita.

El acceso al hotel no fue completamente fácil, especialmente al llegar, ya que hay bastante escaleras que pueden complicar la llegada.

mi experiencia en el miyajima grand hotel arimoto fue increíble. la habitación con tatami y vistas al mar superó mis expectativas, me sentí en otra dimensión. el onsen y la cena kaiseki fueron un deleite inolvidable.

me hubiera gustado poder agregar desayuno.

una experiencia única con atención excepcional y onsen mágico que recordaré siempre

El personal fue increíble. nos ayudaron en todo momento, haciéndonos sentir como en casa. La habitación, con su exquisito estilo japonés y vista a la montaña, era acogedora. El onsen al atardecer me dejó sin palabras, fue el broche de oro de nuestros días en la isla. Definitivamente, volvería a disfrutar de una deliciosa cena auténtica y un hermoso desayuno como el que nos ofrecieron. La ubicación es ideal para explorar la isla y sus maravillas.

Pasamos unos días increíbles con amigos. La habitación era amplia y nos brindó un ambiente relajante. Disfrutamos del onsen público, perfecto después de explorar la isla. reservamos la cena y el desayuno. la comida estaba bien presentada y deliciosa. El servicio fue atento, y la ubicación era ideal para explorar lugares emblemáticos. Sin duda, una experiencia que recomiendo.

Una pequeña desventaja fue que el acceso al hotel no era el más fácil, ya que había varias escaleras. Aunque el servicio se esforzó por ayudarnos, eso puede ser un inconveniente para algunas personas.